Existe una ciudad sobreviviente a la catástrofe mundana, la (fantástica) ciudad de Tar, la cual se presenta como el Edén terrenal para nuestros protagonistas, quienes se tienen solamente entre ellos mismos como soporte emocional. Lis es una paralítica (masoquista) andante en un carrito de dos ruedas y Fando un inestable pegalón ávido de compañía. Ambos durante el metraje están en la búsqueda de ese paraje desconocido y misterioso.
CANTO PRIMERO: EL ÁRBOL SE REFUGIÓ EN LA HOJA
De lo general a lo específico: el árbol se refugió en la hoja; la casa, en la puerta; y la ciudad, en la casa. Por eso, Lis (de niña), tenía que hacer esfuerzos para no refugiarme en sus propias manos. Lo grande seduce a lo pequeño a ser parte de este, las tentaciones terminan por coger lo débil que encuentran a su paso, provocando la perversión de los elementos añadidos y fundiéndose todo en el mal general. O, si no es el caso, buscar una salida solitaria y pujante representada en el terruño de Tar como pesquisa. Así lo enseña el padre de Fando, quien con sus respuestas optimistas al interrogatorio inquisidor de su hijo lo induce a este para encontrar salvedad en esa plaza.
Fando de niño (FÑ): Si eres un gran pianista y te corto un brazo, ¿que haces?
PF: Me dedico a pintar.
FÑ: Si eres un gran pintor y te corto el otro brazo, ¿qué haces?
PF: Me dedico a bailar.
FÑ: Si eres un gran bailarín y te cortan las piernas, ¿qué haces?
PF: Me dedico a cantar.
FÑ: Si eres un cantante y te corto la garganta, ¿qué haces?
PF: Como estoy muerto, pido que con mi cuerpo se fabrique un hermoso tambor.
FÑ: Y si quemo el tambor, ¿qué haces?
PF: Me convierto en una nube que tome todas las formas.
FÑ: Si la nube se disuelve, ¿qué haces?
PF: Me convierto en lluvia, y hago que nazcan las hierbas.
FÑ: Ganaste. Me sentiré muy solo el día que no estés.
PF: Si algún día te sientes solo busca la maravillosa ciudad de Tar."
Ese diálogo contextualiza las acciones dramáticas a devenirse. Tras ese 'juego', Fando y Lis inician su recorrido por los desérticos sitios que componen el mundo, sin civilizaciones existentes en todo el espacio habilitado, sólo aislados personajes enigmáticos o grupos figurativos de alguna entidad social o ideológica, como los aristócratas gozosos en escombros, quienes disfrutan de la manipulación del poder, entre otras salientes en los cantos posteriores."Yo moriré, y nadie se acordará de mí", entona Lis mientras Fando pronuncia que será muy triste si ella perece, asimismo añade que en su entierro acudirá con una flor y un perro, y cantará "Qué bonito es un entierro". Esto alude a la burla de la ceremonia mortuoria, a la parafernalia de un entierro (sus decorados, formas y demás) con sus elementos carentes de diferenciación, pues un muerto no cambia su condición por la calidad del marfil que se utiliza en su cripta. El cementerio es un exhibidor de poses distintas con un mismo modelo, el difunto. "Jodo" nos lo dice así, bruscamente.
La búsqueda aún no concluye, es más parece que siquiera inicia. La dupla protagónica está en las mismas que como empezó en lo que se refiere a cercanía del objetivo. Sus encuentros con los personajes excéntricos siguen como si se tratara de acontecimientos inevitables o motivos de un tour. Ninguno indica algún avistamiento con la meta, ni señala relación con la misma. Fando y Lis parecen descubrir recién su entorno con sus escabrosos exteriores, el mundo en su estado más vil, o sea natural, ambientado con áridos terrenos sin edificaciones ni civilizaciones que alberguen a los personajes mostrados. Estos son dueños autoproclamados de toda la extensión de sus hábitat de acción, de sus áreas de desenvolvimiento, donde son encontrados. La pareja los encuentran (o visitan) como parte del descubrimiento de su realidad y la búsqueda de la plenitud que creen adolecer.
Un ermitaño adorador de la desnudez, les dice que la determinación es el camino de la verdad. Luego, un grupo de libertinos lascivos desplegados en fango se topan en el camino de los viajeros. Para ese entonces, lo secuencial en los actos presenciados es nula, cada experiencia es nueva y no representa avance.
Analizar Fando & Lis requiere una dedicación y seso especial, el autor concede una asignación independiente no lineal a cada una de sus escenas, motivo por el cual el desenlace no es producto del pico del clímax sino porque en esos noventa y pico minutos el chileno dijo lo que quería decir en ese momento. Fando & Lis no es una historia dramática que encuentra fin por la resolución de un conflicto, aunque así se manifiesta en su inicio con la búsqueda de Tar. Eso se diluye con la mostración de la intencionalidad verídica de la obra al transcurrir las escenas, que es el palmario del mundo devastado por la exacerbación del placer visto por miradas tímidas y débiles como la de los protagonistas, quienes buscan refugio en un apartado lugar ajeno a lo tangible.Paradójicamente, Lis como inválida (o, dígase, inestable en equilibrio) muestra invariabilidad emocional, siempre sumisa y dispuesta; en cambio, Fando como 'bidrúpedo' (igual que el resto de figurantes en el filme) goza de equilibrio al andar pero no en el comportamiento. Con esto se alude al peligro de la accesibilidad de todos los rincones del orbe cuando se tiene la facultad motor, mientras que el estático (Lis) está exento de la corrupción terrestre por tener acceso restringido a la información infecciosa.
Fando, tras el abandonar momentáneamente a Lis, (lo efímero del abandono se sugiere por lo mostrado en la toma, en la cual Fando da vueltas alrededor de Lis mientras intenta sube del pequeño cañón donde se encuentran) es protagonista en solitario de situaciones vinculadas al poder femenino conjunto, manipulador y amedrentador en situaciones límite. Ancianas jugando una partida de poker por un subyugado hombre como premio, mujeres cual batallón agresor avasallan a Fando con bolos inmensos para tirarlo y, después, azotarlo con látigo cuando yacía en piso. Circunstancias que obligan al herido protagonista a salvaguarse, nuevamente, junto a su sufrida compañera. La relación de dependencia entre ambos se manifiesta inquebrantable al final del segundo canto como imagen concluyente de los acontecimientos que lo anteceden.
CANTO TERCERO: EL HOMBRE SOLITARIO IBA SIEMPRE ACOMPAÑADO
La relación entre Fando y Lis se define en el canto anterior, es más a eso se aboca.El camino sigue y aún el transcurso descubridor está lejos de su desenlace. Travestis en tropa desfilan como caravana disfrazando del sexo opuesto a quien encuentren a su paso, a la vez que festejan con júbilo la ceremonia de transformación, acompañado de música carnavalesca propicia para los actos. Un alegato al poder convencedor de las mayorías, que en la versión que se presente trae consigo magnetismo irrefutable.
Suena el jazz. Los protagonistas juegan al fanatismo pictórico en sus propios cuerpos desnudos: Fando escribe su nombre en el cuerpo de Lis, y ella escribe el suyo en el cuerpo de Fando, como calistenia. Los cubos con pintura negra se vacían sobre la pareja y paredes de la habitación donde se desata la euforía por el juego sexual. Escena desconcertante que distrae la atención del contexto expuesto, el árido territorio fungido como camino a Tar, hacia un collage inintelegible y abruptamente montado, que no acompaña a la (in)acción dramática propuesta.Lis es la compañía que el joven atormentado necesita para apaciguar sus fantasmas. Él anda solo con sus penas empujando el carrito que porta la moderación de sus sentimientos. Ambos buscan lo que evidentemenete carecen, y que no logran rozar siquiera complementándose.
CANTO CUARTO: Y CUANDO QUISE SEPARARME DE ELLA ME DI CUENTA QUE YA FORMÁBAMOS UN SOLO CUERPO CON DOS CABEZAS
El tambor es el objeto fetiche de Fando, el símbolo de su padre en vida y motivo de sonrisas al entonar sus notas posibles. Ya en este canto final, la dilación por la lejanía de la meta mella en desencanto, sosedad y desánimo para los viajeros azarosos. Fando, perturbado, exhibe y presume desnuda a Lis con violencia en presencia de extraños hombres con aspectos foráneos e intelectuales, quienes disfrutan su belleza analíticamente (o, dígase, de manera inusual y extraña).
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